lunes, 7 de marzo de 2011

Y un día me dió...

buUn día me dió por tejer a crochet.
Recuerdo que no lo hacía desde que en el colegio la profe nos hizo hacer un bolso con punto bajo y pitilla en pleno verano, con 30 y pico grados de calor a la sombra.
Ahora también estamos en verano, pero con vacaciones, por lo que las mejores horas para tejer son temprano en la mañana (sería una hazaña levantarse) y tarde en la noche, entre las 12 y las 4 de la madrugada.
Comencé con la idea de hacer un bolso para mis cartas de tarot, pero no me gustó el punto que usé, y que era uno de los que recordaba, así es que me puse a ver fotos por internet, y me enamoré de las bufandas, gorros, guantes, mantas e infinidades de maravillas que vieron mis ojos.
Luego tejí una bufanda para la Lela, mi abuela política que adoro, aunque con el calor que hace la tendrá guardada bastante tiempo aún.



Antes de terminar la bufanda ya me picaban los dedos y se me ocurrió hacerle una manta a mi suegra en tonalidades azules y punto ripple, que en castellano sería como "onditas"... y bueno... llevo casi un mes tejiendo algo así como 4 horas diarias desde hace poco menos de un mes. Lo bueno es que ya llevo casi un metro de largo por el metro veinte de ancho, y está quedando preciosa!!!! O no?


Esta foto es de hace tiempo ya... como verán en el costado inferior derecho, mi fiel compañera Titi no se despega de mi lado, aunque creo que sus verdaderas intenciones son comerse los ovillos de lana =O jajaja

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